El CMM (Capability Maturity Model for Software), es decir, Modelo de Madurez de Capacidades. Fue creado por el Software Engineering Institute (SEI) y
tiene como Meta el describir los elementos principales para llegar a
cabo los procesos de software de una forma efectivos. El CMM consiste en
una serie de procedimientos destinados a evaluar y mejorar los procesos
de desarrollo, implementación y mantenimiento del software. Aunque aún
está en vías desarrollo, es un estándar que la industria acepta para
evaluar y garantizar la calidad y madurez de sus aplicaciones. Por otro
lado, hay CMMs para procesos que no son estrictamente en el sector del
software, como por ejemplo el BMP (Business Process Management).
Niveles del CMM
CMM
define cinco niveles de madurez para una organización y proporciona un
marco para moverse a partir de un nivel al siguiente. Las guías CMM
contienen actividades diseñadas para ayudar a una organización para
mejorar sus procesos con la meta de alcanzar capacidad de repetición, y
control de los mismos. El CMM ha ganado considerable credibilidad en las
industrias intensivas en el uso de conocimientos. La implantación del
CMM ha permitido mejoras considerables en la calidad de los productos y
bajado perceptiblemente el costo del desarrollo dentro de grandes
compañías.
Las organizaciones han probado que mejorando sus procesos de
desarrollo, CMM del nivel 1 al nivel 3, puede bajar su costo por hasta
50-60%. Aún más, quienes han estado en el negocio de la productividad
del desarrollo del software por años, sostienen que la rentabilidad
resultada de mejoras en productividad y reducción en tiempo de llegada
al mercado.
Los niveles del CMM son:
1 – Inicial. Las organizaciones en este nivel no
disponen de un ambiente estable para el desarrollo y mantenimiento de
software. Aunque se utilicen técnicas correctas de ingeniería, los
esfuerzos se ven minados por falta de planificación. El éxito de los
proyectos se basa la mayoría de las veces en el esfuerzo personal,
aunque a menudo se producen fracasos y casi siempre retrasos y sobre
costes. El resultado de los proyectos es impredecible.
2 – Repetible. En este nivel las organizaciones
disponen de unas prácticas institucionalizadas de gestión de proyectos,
existen unas métricas básicas y un razonable seguimiento de la calidad.
La relación con subcontratistas y clientes está gestionada
sistemáticamente.
3 – Definido. Además de una buena gestión de
proyectos, a este nivel las organizaciones disponen de correctos
procedimientos de coordinación entre grupos, formación del personal,
técnicas de ingeniería más detalladas y un nivel más avanzado de
métricas en los procesos. Se implementan técnicas de revisión por pares
(peer reviews).
4 – Gestionado. Se caracteriza por que las
organizaciones disponen de un conjunto de métricas significativas de
calidad y productividad, que se usan de modo sistemático para la toma de
decisiones y la gestión de riesgos. El software resultante es de alta
calidad.
5 – Optimizado. La organización completa está
volcada en la mejora continua de los procesos. Se hace uso intensivo de
las métricas y se gestiona el proceso de innovación.
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